A través del encuentro entre dos mujeres, Noemí y Ruth, tiene lugar una profunda reflexión sobre la relación entre Israel y las naciones extranjeras. Paradójicamente, la permanencia de Israel en su propia tierra se hace posible gracias a la Moabita. Esta paradoja se explica y justifica a lo largo del Libro de Ruth por una interpretación original de la Ley, con la ayuda de la noción de hesed.