¿Cómo poner en obra con discernimiento, coherencia y audacia los dos motu proprio del papa Francisco de 2021 sobre las instituciones, Spiritus Domini y Antiquum ministerium? Esta es la pregunta que se pone la mayoría de las Conferencias episcopales. El artículo comienza por situar los dos documentos pontificios en la línea de la reforma de las « órdenes menores » de Paulo VI con Ministeria quaedam (1972) y la exhortación sobre los laicos Christi fideles laici de Juan Pablo II (1988) : se trata de pensar eclesiológicamente los ministerios instituidos ejercidos por mujeres y hombres laicos en su relación con la comunidad de los discípulos misioneros y en cohesión con su vocación, en particular según el Directorio general para la catequesis (2020). Luego, el ensayo trata de mostrar qué pluralidad de figuras podrían revestir en el futuro estos ministerios instituidos de lectores, acólitos y catequistas (y otros). En fin, señala algunos elementos de vigilancia y cuestiones abiertas a tomar en cuenta, para favorecer la renovación efectiva de la evangelización.
L’extension de l’ouverture aux femmes – et aux hommes laïcs – des ministères institués, au-delà du lectorat et de l’acolytat rétablis déjà par Paul vi en 1972, désormais à une troisième figure, celle de catéchiste, a surpris et réjoui. Surtout qu’après Spiritus Domini1 du 20 janvier 2021, le second motu proprio du pape François Antiquum ministerium2 du 10 mai de la même année venait en quelque sorte concrétiser certains traits du Directoire pour la catéchèse paru l’année précédente3 et s’inscrit parfaitement dans le contexte de la démarche synodale promue pour l’ensemble de l’Église catholique par le souverain pontife dès octobre 20214.
I Une concrétisation des vœux de Ministeria quaedam
À bien des égards, les deux textes de François actualisent certains des accents posés par les constitutions de Vatican ii sur la liturgie, Sacrosanctum…